Es la zona más pareja de todas. Boca Juniors, Palmeiras, Nacional y Cruz Azul integran este grupo tan difícil, en el cual sería muy aventurero adelantar pronósticos.
Los xeneizes son los grandes favoritos para llevarse esta copa por fútbol, plantel e historia. Cuentan con un jugador diferente al resto que les da ese plus por sobre todos los demás, Juan Román Riquelme. Jugador de clase, líder, cerebral y quizá con la pegada más exquisita de este planeta. Pero Boca es un equipo tan completo que el topo-Gigio no es la única preocupación para sus adversarios; con delanteros como el símbolo goleador Martín Palermo, el habilidoso Rodrigo Palacio, y la experiencia con solvencia de otros valores importantes, hay que tener mucha calidad y fortuna para soportarlo. Es difícil encontrarle una debilidad, ya que la Libertadores es su habitad natural y pareciera que conforme avanzan las batallas en lugar de herirlos, los fortalece.
Callando estadios desde 1996
El verdao es un grande que ya ha probado las mieles de la gloria copera. Su línea es el fútbol rápido, de toques sucesivos y técnica exuberante. Tiene 4 pilares fundamentales en su juego: la seguridad de su portero Marcos, la garra de Gamarra, la creatividad de Valdivia y la habilidad goleadora de su veterano capitán Edmundo. No cuenta con un plantel extenso, pero si las lesiones los respetan, son candidatos.
Tantos goles como controversias
El bolso busca la sorpresa en este torneo. Es un equipo que no cuenta con figuras rimbombantes, pero que en base a su juego en conjunto y sacrificio entre líneas ha logrado un equilibrio importante. Su principal carta ofensiva es el malaca Martínez, delantero rápido y potente. Sin duda que los bolsilludos afrontarán el peor escenario posible, pero si logran sortear esta fase no tendrán techo, ya que estarán en capacidad de eliminar a cualquiera.
Inspiración y timing
Para complicar aún más las cosas, cierra el grupo la máquina cementera. Equipo veloz, saca mucho provecho del contragolpe debido a la habilidad de su puntero César Delgado y la contundencia goleadora de Jared Borgetti. Se preocupa mucho de buscar el arco rival pero no a costa de quedar mal parado en defensa. Es un rival difícil, de esos que uno prefiere evitar en el camino. Es muy fuerte en casa y de visita lastima.
No necesita oportunidades, las crea.
Sin duda es la zona más compleja, en la que se encuentran grandes favoritos pero a la vez podrían haber grandes sorpresas. No existe rival fácil o que a la hora de la verdad pueda ser superado con holgura. En conclusión, en este grupo solo algo es seguro, debemos esperar partidos muy apretados con definiciones de infarto.
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